El
Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), en su última sesión plenaria, acogió la
solicitud de declaratoria como Monumento Nacional, en la categoría de Monumento
Histórico (MH), de la Iglesia San Luis Gonzaga, ubicada en la localidad de
Vilches, comuna de San Clemente, así como solicitar a la ministra de las
Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, la dictación del decreto
respectivo.
“Fue
una decisión unánime del Consejo de Monumentos Nacionales. La propia comunidad ha
impulsado con fuerza esta declaratoria con el propósito de proteger y conservar
un inmueble de gran valor histórico, emplazado en un lugar muy especial y cuya
construcción se remonta a 1860 en un proceso en el que participó activamente la
población local. Hasta hoy es un punto de reunión y encuentro tanto religioso
como social y se constituiría como el primer monumento histórico de San
Clemente”, destacó el Subsecretario del Patrimonio Cultural y presidente del
Consejo de Monumentos Nacionales Emilio De la Cerda.
La
seremi de las Culturas del Maule, Pía Soler, recalcó que la solicitud de
declaratoria es un esfuerzo de años de la comunidad de Vilches, por el valor
histórico, simbólico y religioso del inmueble. “Estamos muy feliz de que se
haya concretado este sueño. Han sido muchas personas de la comunidad que han
buscado lograr a esta declaratoria. Hemos visto los esfuerzos y el cariño que
le poseen a la Iglesia, centro de reunión y, donde hace algunos años atrás,
celebramos regionalmente el Día del Patrimonio. Existen muchos elementos del
patrimonio cultural material e inmaterial presentes en ella”, puntualizó.
El
propietario del templo es el Obispado de Talca, y administrado por la Parroquia
de San Clemente. Su construcción data del año 1860, cuando los miembros de la
Sociedad de San Luis Gonzaga, encabezados por el sacerdote José Fortunato
Berríos, incentivaron levantar la capilla en el sector precordillerano de
Vilches. La edificación toma como referencia la arquitectura rural en base a
materiales propios de la zona, y la comunidad de Vilches participó activamente
en la construcción del templo.
Con
la construcción de la iglesia, donde destaca el uso de adobe y ladrillo cocido
para muros, piedras para las fundaciones, madera de roble para la estructura de
techumbre y las carpinterías de terminación, el sector se consolidó y su
población aumentó por la conectividad hacia la precordillera otorgada por la
extensión de la vía férrea hacia a principios del siglo XX. Entre 1920 y 1930
se construyeron recintos hoteleros que potenciaron la actividad turística en
Vilches, influyendo en la vida social y religiosa que se conformaba en torno a
la iglesia y que se mantiene vigente hasta la actualidad.
El
conjunto del templo, casa parroquial y sala de reuniones –que ocupan poco más
de 3 mil metros cuadrados, tiene un rol primario en relación al ambiente
natural y generosa vegetación que lo rodea, siendo reconocido como un hito en
el sector por los vilchanos. Las construcciones se emplazan en el terreno
gracias a un trabajo de nivelación de la topografía con pendiente natural, lo
cual supuso un trabajo innovador para el sector que permitió establecer esta
iglesia rural en esta zona precordillerana de la región.